Ascol logra un 60,7% de incremento de rendimiento lechero por vaca en sus ganaderías en dos décadas | La genética del bovino de leche asturiano ya se vende desde Gijón a los cinco continentes, tras entrar en Egipto el pasado mes e incorporar a Corea del Sur y Japón a su mercado
El Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario (Serida) ha presentado esta mañana en la sede de Asturiana de Control Lechero en Cenero la monografía ‘Los programas de mejora genética bovina en Asturias: 25 años avanzando’, una obra de Carlos Olegario Hidalgo, Carolina Tamargo, Néstor Caamaño, Ángel Fernández y María José Merino en la que se repasa la labor conjunta del Serida, la Administración regional, la propia Ascol, la Asociación Española de Criadores de Ganado Vacuno Selecto de la Raza Asturiana de los Valles (ASEAVA) y la de Criadores de la Raza Asturiana de la Montaña (ASEAMO) en la selección de líneas genéticas de vacuno de leche y de carne, siempre en pro de la mejora de las razas y de la rentabilidad y la productividad de las ganaderías, como destacó el consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial, Alejandro Calvo, durante el acto.
La presentación concitó la presencia de representantes de todas estas asociaciones y de la directora del Serida, Mamen Oliván, así como ganaderos y profesionales del sector y el presidente de Caja Rural de Gijón, José Ramón Fiaño, acompañado por el secretario general de la Fundación Caja Rural de Gijón, Toño Migoya.
No se entró en grandes profundidades científicas durante el acto, sino que se bajó al terreno que, en el fondo, más interesa a los profesionales del sector: la mejora de los animales tanto en productividad como en facilidad de manejo y longevidad. Así, el gerente de Ascol, Mauro Vega, explicó que a lo largo de las dos últimas décadas, «gracias al control del rendimiento, hemos pasado de una producción media de 7.646 kilos de leche por vaca y año a 12.289 kilos, lo que supone una mejora de 4.643 kilos por animal y año, un 60,7%».
¿Es un trabajo excepcional de mejora en menos de un cuarto de siglo, o es que se partía de una situación especialmente mala?
La respuesta es mixta. La situación de partida no era buena. Explotaciones muy pequeñas, sin apenas labor de selección más allá de la que se podía afrontar en el entorno inmediato con los toros de explotaciones vecinas o en las ferias ganaderas, lo que daba como resultado mejoras casi aleatorias y muy lentas. Por ello, el trabajo de selección genética llevado a cabo por las asociaciones y el Serida en las últimas décadas es una piedra de toque innegable, al punto de que «en Asturias nos hemos situado en casi 3,5 lactancias por vaca, mientras en Galicia están casi una por debajo», anotó Mauro Vega, que también subrayó que lo que se busca con la selección continua de sementales es «triple, una mejora en la productividad por cada vaca, una mayor longevidad y también mejorar la manejabilidad del ganado», para lo cual por el programa de testaje de Ascol pasan «unos 25 sementales al año» y está ya en condiciones de «pelearnos con las grandes instalaciones de Canadá y Estados Unidos» sin desmerecer y, de hecho, «con varios de nuestros toros situados en el primer puesto mundial de sus respectivas razas».
Mercado en Egipto, Corea y Japón
Esto ha permitido que la comercialización de la genética de Ascol se haya internacionalizado. El 60% de las dosis de inseminación seleccionadas se siguen vendiendo en el mercado asturiano, pero «ya estamos en todos los continentes, después de que hace dos semanas, en una feria de Turquía, hayamos abierto mercado en Egipto, con lo que entramos en África, único continente que nos faltaba. También en Turquía hemos llegado a acuerdos para estar próximamente vendiendo en las repúblicas exsoviéticas de Kazajstán y Uzbequistán, así como en Corea del Sur y Japón. Ayer mismo se firmó, por otra parte, un contrato de distribución de semen de Holstein de Ascol en Suiza y Liechtenstein.
Para ello, y desde la fundación en 1986 de Ascol, se han hecho «22 millones de controles de rendimiento (393.598 en 2021), 1,4 millones de informes (31.724 el último año) y se han recogido 135 millones de datos (3,75 millones en 2021)», indicó Mauro Vega. Más aún, desde el centro de selección genética se han sacado al mercado, según reseñó Carlos Olegario Hidalgo, «nueve millones de dosis de frisón y cuatro millones de asturiana de los valles, y se han puesto a sementales a la cabeza mundial de la raza, como, entre otros, Picard, Valdés o Emilio», animales a los que hoy siguen en el centro algunos tan imponentes como Dani P, Haniko o Enzo, un magnífico ejemplar que se presentó a todos los visitantes ayer, y que suma unas 1.000 libras de leche, además de tener una descendencia de vacas lecheras con unas ubres especialmente bien conformadas, al punto de que se le reclama como línea genética en Canadá. Impresiona la conformación de sus patas y su gran tamaño. De él destacó Juan Carlos Conde, responsable de selección de toros de Ascol, que «a sus cuatro años y medio es muy usado entre los ganaderos y va a tener muchos hijos. Ya empieza a haber hijas de sus hijas, y en Canadá es masivamente usado. Precisamente ayer una primeriza suya ha logrado una calificación de 88 puntos, que es la máxima posible».
Carolina Tamargo mostró, por otra parte, el proceso de recogida y selección del semen de los padres con los que se trabaja en el centro de Ascol. Para el ejemplo se tomó el caso real de una recogida seminal efectuada esa misma mañana con el Holstein ‘Enzo’, de «14 mililitros, que se sale de las tablas, porque lo habitual ronda los cinco a ocho mililitros. Además, tiene un nivel de motilidad de los espermatozoides de 5 (el máximo) y 1.500 millones de espermatozoides por mililitro, lo que nos permitirá sacar 873 dosis» de una sola recogida. Esas dosis se comercializan en cánulas de 0,25 mililitros, con un diluyente de base de proteina de soja -no de proteína de huevo, como se hacía antes-, que se lleva a congelación a -196º en nitrógeno líquido y que, como se pudo comprobar, tras la descongelación «aún da una tasa de supervivencia de espermatozoides superior al 50%, que está muy bien». Se trata de semen no sexado, con dosis que se comercializan aproximadamente a 12 euros. El sexado ronda los 26, pero lo que parece un coste muy superior para el ganadero también le permite decidir, con una seguridad superior al 90%, el sexo del animal que se concibe en cada ocasión, lo que es especialmente interesante para las ganaderías especializadas en leche (que normalmente preferirán hembras para reemplazar a las que se van retirando).
Todo ello orientado a seguir mejorando tanto en la manejabilidad del ganado (hay, incluso, una cierta moda hacia la generación de vacuno de leche carente de cornamenta) como a su longevidad y a la evitación de enfermedades. Más partos por vaca implican más lactancias, lo que lleva a una mejora de la producción por animal y una mayor rentabilidad, término que en la presentación de hoy fue un mantra reiterado tanto por el consejero como por todos los representantes de las asociaciones.
Por ello, el consejero subrayó que «el Serida es el principal centro de investigación del Principado y va a seguir teniendo ese papel, con una dotación de 10 millones de euros al año», mientras que también «hay algo más de dos millones en apoyo a los programas de selección de las asociaciones, que se multiplican en valor».
Reservorio genético
La labor del Serida y de Ascol en este ámbito no se limita a la mejora genética de las razas de bovino asturianas. También afronta una importante tarea de colaboración con asociaciones, como la de Asturiana de la Montaña o la de Caballo Asturcón, de «reservorio genético», con selección de semen y conservación de embriones seleccionados.
Esto es especialmente importante para las razas autóctonas en riesgo de extinción, como se considera, entre otras, a la asturiana de la montaña o casina. El gerente de Aseamo, Ángel Castañón, explicó que «ahora mismo estaremos en el entorno de 6.000 madres que paren en pureza» (esto es, bien por inseminación, bien en monta natural, pero en ambos casos con padres de pura raza Asturiana de la Montaña. Alejandro Calvo augura a esta raza «un futuro espléndido por la calidad de sus animales».
«Sin la PAC, cerraríamos todos»
Pero los números no solo suben. Como indicó el presidente de Ascol, José Emilio García ‘Pepe’, «llegamos a ser 1.500 socios, y hoy somos 721, aunque sumamos 42.234 reproductoras de Holstein y el número de reproductoras por explotación va aumentando, llegando ya a 58,6 madres. Bajo Ascol se reúnen aproximadamente el 60% de los ganaderos de bovino de leche asturianos, que generan a la línea del 80% de la producción, lo que es un indicador de que las explotaciones más profesionalizadas son las que conforman la asociación. Con todo, »ahora mismo, y pese a que este año ha subido un poco el precio que recibimos por la leche, los costes de producción, con la inflación de los abonos, los piensos, los plásticos, el gasoil y la electricidad, hacen que como mucho estemos a la par entre precio de venta y coste, en el mejor de los casos. Sin las ayudas de la PAC, cerraríamos todos«, asegura, en consonancia con lo que el pasado miércoles expresó el propio consejero de Medio Rural, Alejandro Calvo, durante su comparecencia en la comisión de Medio Rural de la Junta, al ser preguntado por el diputado popular Javier Brea por las acciones a emprender ante ese incremento de los costes para el ganadero.
El debate de lo que debería costar la leche en los lineales de alimentación de la gran distribución comercial ni se plantea. Todo lo más, hay ganaderos que repiten la conocida frase de que «no puede ser que un litro de agua se venda más caro que un litro de leche». Piensen sobre eso.